Proyecto Correspondencia Literaria: Cartas que comparten lecturas

Este proyecto se fundamenta en dos ejes fundamentales: uno es la lectura y el otro es la escritura. Así fue como desde la materia Lengua y Literatura de Tercer año, la profesora Gisela Dalzotto, les solicitó a los estudiantes que escriban una carta destinada a los estudiantes, también de Tercer año, de la escuela secundaria N° 2 Sandalio Olivetti de la vecina localidad de Villa del Rosario. Así mismo la profesora Carina Tisocco hizo lo propio y los estudiantes de ambas localidades escribieron y recibieron una carta.

El objetivo de la escritura tenía un propósito, compartir y sugerir literatura. Así nace la idea de esta correspondencia literaria: Cartas que comparten lecturas.

Las bibliotecarias se convirtieron en carteras, receptoras de las cartas de los estudiantes y
además se encargaron que la correspondencia viaje de una localidad a otra y que las respuestas también lleguen a destino.

Cartas que comparten lecturas es un proyecto que comparte interinstitucionalmente el compromiso constante de generar más hábitos lectores y espacios de escritura para ser compartidos colectivamente.

Con el convencimiento de que:

“Los hombres no son otra cosa

que los libros que leen.

pero sí en tu vida no has leído más que un libro,

entonces nunca serás los libros que leíste,

sino los que te faltan por leer”.

Carl Sandburg

El terror se apoderó de la bibblioteca

Este proyecto nace con la iniciativa de trabajar el género de terror, contenido de lengua de primer año, desde un espacio que genere instancias de aprendizaje significativo. 

“Desayuno de terror en la biblioteca” tiene como objetivo principal recrear el género de terror desde la posibilidad de experimentar la lectura con los sentidos, desde lo auditivo, a través de sonidos característicos,  para contextualizar los cuentos que han producido los estudiantes, lo visual adecuando la biblioteca con ornamentación a fin al género, para que cada uno pueda sentir y vivenciar la lectura desde otro lugar.

Consideramos que estas prácticas educativas transforman los contenidos en experiencias vividas, convirtiendo la teoría en práctica, la lectura en sensación y la escritura en imaginación y recreación. Posibilitando que los estudiantes puedan expresarse a través de un cuento, instando a la escritura creativa.

Es importante destacar que esta jornada será propició para difundir la bibliografía existente sobre el género en la biblioteca, así también despertar la lectura por el terror, para ello se dispuso un espacio especial, así los estudiantes pudieron leerla.